Me senté junto al borde de la mesa y de repente por mi lúcido pensamiento se deslizaron aquellos rostros incoloros, sonrisas fingidas, ceños fruncidos y miradas profundas del 02 de octubre. Mientras tanto me toqué suavemente cada rincón, para excitar el más sexual de todos los órganos. Si bien es cierto que, en el libro de los 69 secretos imprescindibles para sensibilizar mi órgano más erótico, aparecían poesías, prosas y textos con vulgares imágenes, estos no sobrepasaron el apetito afrodisiaco que me produjo observar. Yo como el más voyerista de los espectadores, observé los excrementales discursos e imágenes de los personajes políticos de la vida nacional colombiana durante el último mes.
Caricias estimulantes
Recuerdo que previo al 02 de octubre en aquellas noches del fin del verano en Paris, mi sensualidad y erotismo por la paz casi tocaron el punto “G” de mis pensamientos.
Desde el día en que fueron publicados los acuerdos me invadieron las ganas de leerlos, era una mezcla de sensaciones las que poseían mi cuerpo, como la música de los bares mundanos que he conocido a través de mis viajes, donde ni mis piernas ni mi cuerpo han aprendido a controlarse. Esa misma noche mientras miraba el foco de la torre Eiffel en el costado norte de mi ventana, despertó en mi la excitación a la aventura pornográfica de grabarme en solitario, tocando cada punto sensible y recitando las frases que contenían las 297 páginas del acuerdo. Luego transmutándolas a través de gemidos que salían como balas deslizándose entre mis dedos, las estampé en el muro de mi grupo facebook en frases, textos e imágenes. Cada momento, cada instante, entre la mezcla de un “bonne nuit” y un “dors bien”, mi mirada se quedaba siempre fija en la luz del faro de la torre que pegaba en las paredes del frente de la casa. Desde allí logro quedarme dormido en la cama mientras Orfeo me lleva a lo más profundo de sus aposentos.
Nunca paré de pensar en mi infancia, ni en las noches estrelladas en el rancho de la finca, en las cuales entre el “-quien ta puay” y un “-apagué la mecha”, rezaba a los cielos para que los de botas no entraran en nuestra casa.
Deseo desbordado
Los días transcurrieron y a través de comics, videos, frases, textos, mensajes públicos y privados, el fogoso juego del Si y el No se destapó. De manera desbordada vinieron en masa, inundaron las redes sociales, como si las configuraciones de las cookies quedaran inhabilitadas en el tránsito de cuadros e imágenes grotescas que iban y venían por doquier. Como si el más resistentes de los preservativos se quebrara y dejara atravesar por sus porosidades el potente y fluido juego dicotómico del querer y no querer. Allí empezamos el coqueteo binario del deseo y el placer, ese donde la dominación suele ser el detonante de los juegos del poder y donde la palabra y el lenguaje se pierden en los roles donde cada uno defiende su “verdad” jugando un papel.
Juego de Roles binarios que condimentaron la relación morbosa entre la pareja del Si y el No.
1. Gozar sin ver (Saber/ Ignorancia y astucia/ingenuidad)
Esta técnica erótica consistió principalmente en vendarle los ojos a los electores y dejarles a oscuras para agudizar el resto de sus sentidos. Durante ese tiempo del acto, la campaña del “No” supo distraer los pasivos electores, quienes poco a poco potenciándose en sensaciones infinitamente perturbadoras se dejaron desbordar por los salarios aparentemente exagerados de los nuevos desmovilizados. Otros se deslumbraron con los discursos sobre las nuevas reformas aplicadas supuestamente a sus tributos. Allí les consumió una ardiente sensación que los puso a merced de quien controló finalmente este “rol playing”.
2. Caricia religiosa (Fe/Razón)
Cuando las manos suaves del fanatismo religioso se fueron deslizando poco a poco sobre el cuerpo del acuerdo, el pánico se hizo evidente ante la palabra género en la relación homo/heterosexual.
Yo me quedé intentando informar mi minúsculo grupo facebook (Monsieur Corbatín), mientras me sentía desbordado por los mensajes en twitter de cuentas evangélicas que pregonaban una supuesta “ideología de género” (expresión teológica usada en los escritos de Ratzinger contra el feminismo) existente en los acuerdos. Esas caricias religiosas fueron apoderándose de la pereza pasiva de quienes no estaban leyendo las 297 páginas o desconocen los estudios de género. No me cabía en la cabeza como algunos conocidos evangélicos defendían de manera absurda un postulado religioso hecho virus en las redes sociales por pastorcitos mentirosos haciendo uso de un hipnotizador uso del lenguaje.
3. Placer oral (Ellos/Nosotros)
En al ardiente verano parisino, me dispuse a participar en todos los grupos de “colombianos en Paris”, pues se me había alborotado la fogosidad de encontrarme a los que “supuestamente” compartían conmigo un pedazo de identidad y que podían hacer de este juego sensual algo más caliente y voraz. Los encontré en el “Trocadero” en la plaza pública o en internet; ahí estaba yo con un pedazo de papel en mis manos intentando conectarme con ese pedazo de mundo. Días después anduve en conferencias y puedo decir que fue todo un placer oral, poder hablar de paz. Los colombianos de Paris un puñado de personas en una ciudad con millones de habitantes metidos en otras historias, pero desde donde nosotros hacíamos pasos de paz.
4. Actriz porno (Ingrid/Yo)
Algunos días antes del plebiscito mientras nos preparábamos para ser jurados, me topé en la puerta del baño del consulado, con la actriz porno más polémica de la primera década de este siglo en Colombia. Recuerdo como ella estuvó en los titulares de los noticieros más amarillistas del país con la carne colgando de sus huesos amarrada en un árbol. Yo estaba perplejo y fue así como nos quedamos extasiados el uno con el otro hablando durante un largo rato sobre la guerra, el secuestro y la paz. De esta manera logré que mi actriz porno favorita conociese una parte de otras historias pornográficas de desplazamiento que fueron el morbo cotidiano en la tele nacional.
El DIA CLAVE DEL ACTO
Me imagino que debe ser normal que la primera vez que uno quiere tener este tipo de experiencias se generen grandes expectativas al momento de entrar en el acto. Debe ser mucho más exitante si a la paz por fin llegaramos a manera de coito simultáneo todos los actores de esta historia.
El 02 de octubre me desperté con ganas y como en una sensación casi natural llegué muy temprano a mi mesa para ser jurado de votación. Debo decir que disfruté la mesa número “uno” compartida con dos mujeres y otro “rarito y lobbysta” como yo. Esto fue como si la conspiración del universo nos hubiese puesto allí para recibir a casi 200 hombres (machos de pura cepa) que desfilaron sufragando de manera folclórica entre disfraces paisas, cachacos, costeños y hasta medios “parisinos”.
Besos salvajes y palmadas en las nalgas
La manera ardiente de animar el acto electoral fue la actitud desconfiada de los hombres que llevaban sus propios bolígrafos, que tomaban fotos de sus votos, o que en el peor de los casos nos gritaban en la cara con la ira en sus ojos la victoria anticipada del No. Cada mirada de odio era una palmada fuerte en las nalgas, que recibíamos con una grata sonrisa. Nuestro rol no era ni el Si o el No, pero debo confesar que su odio nos penetraba y nos dolía de manera profunda.
Empanadas Vibradoras ¿Comida, como juguete sexual? SPLOSH electoral
“Con la comida no se juega”, cuántas veces hemos escuchado decir esta frase a nuestros familiares, amigos o incluso nosotros mismos. Sin embargo, los alimentos pueden jugar un papel primordial en la intimidad. Se puede convertir en un fetiche que encienda la pasión y le dé un toque de innovación al juego erótico. Esta práctica erótica es conocida como splosh. El splosh o fetiche húmedo y sucio, es un fetichismo que consiste en verter comida y sustancias (no siempre comestible) sobre la superficie corporal.
Como traído de uno de los cuentos de Gabo, en horas de la mañana sonó el rumor que las empanadas se habían apoderado de la entrada del consulado. Las personas corrían, dejaban sus mesas y en un lapso de tiempo el olor se apoderó de la sala, y entre voto y empanada la gente sufragaba, circulaba o hasta selfies se tomaban.
La gente desapareció por un largo tiempo y de repente nos vino la noticia que una mujer tenía una caja llena de empanadas de arroz, de papa, de pollo y que muy cerca de ella había otro hombre con un carro lleno de buñuelos. - ¿Estamos en parís? Me pregunté; por un momento me sentí en Bogotá escuchando la señora de mi barrio gritando la frase de empanadas a mil.
Una de las delegadas nos contó que la gente que venía a votar se había equivocado de fila durante un rato porque pensó que ésta les conduciría a las mesas de votación, pero al contrario ésta los llevaba al fetichista juego de las empanadas y buñuelos.
Las empanadas se habían robado el protagonismo de las elecciones de Colombia en Paris, habían hecho vibrar desde los electores hasta los más altos cargos consulares que comentaban que las susodichas empanaditas estaban muy frías o grasosas. Seguramente quienes estuvimos allí recordaremos este 02 de octubre como el día en que dos colombianos “vivos” se hicieron su agosto vendiendo empanaditas y buñuelos a costillas de la paz. También recordaremos los otros colombianos que se dejaron tentar por el folclórico fetiche de la empanada vibradora.
Eyaculación precoz
De regreso a casa tenía la ligera impresión de vaticinar los resultados finales, algo que comprobé más tarde en la televisión. De manera precoz las encuestas habían dado por victorioso al Sí quien finalmente fue derrotado por el No, solo por un mínimo porcentaje. Las lágrimas brotaron por mis ojos y simplemente pensé a cada colombiano víctima de la violencia, a las mujeres a los niños y mis familiares. El “No” había acabado con la excitación colectiva del Sí, nadie lo esperaba, ni ellos mismos. Así es una eyaculación precoz nadie la espera y puede acabar con el momento de intimidad más placentero.
Priligy: el tratamiento farmacológico de la eyaculación precoz y la Viagra como pastilla para revivir el proceso.
Hoy hace un mes comenzó el tratamiento, se ha ido distribuyendo entre las partes, ya que sólo se podrá conseguir un coito de paz pleno, bajo el acuerdo de los del Sí, los del No y los abstencionistas. Es decir que con fórmulas podremos revivir y transformar este momento de placer. Una vez tengamos la receta bien tomada y asimilada, debemos prepararnos para que se comercialice de nuevo en comprimidos de 30 y 60 días. “La Viagra resucitadora” es una píldora de paz para la impotencia electoral. Este medicamento se lo han ido tomando poco a poco los sectores más escépticos de Colombia que poseen una resistencia a la paz. Este tratamiento junto con el Nobel ha servido durante un mes para mantener la potencia y la erección en los nuevos caminos de Paz. Esperemos que no se nos acaben las dosis y así poder tener finalmente un coito simultáneo en Paz.
(Agradezco su lectura, Acuerdos de Paz YA)
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